Ser dueño de tu tiempo es relativo
No importa tu profesión ni tu situación financiera, el tiempo siempre será un recurso limitado y valioso. Descubre por qué ser dueño de tu tiempo es relativo y cómo puedes aprovecharlo al máximo.
No importa tu profesión ni tu situación financiera, el tiempo siempre será un recurso limitado y valioso. En mi experiencia como emprendedor, aprendí que ser dueño de tu tiempo es relativo y que, aunque puedes tomar algunas decisiones para tener más control sobre tu día a día, siempre habrá situaciones que escapan a tu control.
Recuerdo cuando, a los 24 años, decidí vivir solo. Renté una casa muy económica que se ajustaba al poco presupuesto con el que contaba, pero con ilusión al fin podría ser el dueño de mi propio tiempo. No tener actividades designadas por mis padres sonaba maravilloso; no iba a tener que interrumpir lo que fuera que estuviera haciendo (o quería hacer) para hacer aquello que me fue designado. ¡Oh sorpresa! Pronto comprendí que para ganarme mi propio tiempo debía trabajar arduamente, porque cubrir mis necesidades básicas se convirtió en mi nueva prioridad. Tristemente, terminé teniendo menos tiempo libre del que tenía antes de mudarme. Trabajar de 12 a 16 horas diarias (incluyendo domingos) se convirtió en mi nueva realidad y pasé de tener tiempo para estudiar, trabajar, jugar y divertirme a estudiar y trabajar solamente. Por fortuna, trabajar en lo que me gusta es divertido, así que una cosa menos perdida.
Poco a poco y con mucho trabajo, mi sueño de tener una empresa de software se fue materializando. Después de un tiempo, logré no solamente sostenerme económicamente yo sino también a una familia y convertirnos en generadores de empleo, lo cual hasta la fecha me llena de satisfacción y alegría. Sin embargo, el lograr cada meta ha aumentado mis responsabilidades y en consecuencia la escasez de mi tiempo personal se convirtió en una constante. Si, es verdad que en cualquier momento podría decidir no trabajar un día, tomar vacaciones con mayor frecuencia o hacer otra actividad que no esté relacionada al trabajo que realizo, pero el sentido de responsabilidad hacía cada persona que ha depositado su confianza en ti y en tu empresa no puede ser ignorado, al menos no por mí. En lo personal puedo constatar que después de años de arduo trabajo, todavía soy el último que se va de la oficina y quien todavía tiene que trabajar en fines de semana o días festivos.
Como emprendedores nosotros somos quienes debemos estar al servicio de quienes trabajan con nosotros, no al revés. ¿Cómo? Resolviendo cualquier obstáculo que se presente, creando las circunstancias para que todos puedan realizar su trabajo, ayudándoles a crecer profesional, intelectual y económicamente.
La vida puede ser irónica y nos enseña que a veces hay que sacrificar nuestro tiempo para ganar algo más, como conocimiento o dinero. Aunque no podemos controlar todas las circunstancias, podemos elegir cómo responder a ellas y hacer lo mejor para nosotros y para aquellos que nos rodean. Como emprendedores, debemos estar al servicio de aquellos que trabajan con nosotros. Al final del día, nuestro tiempo es un recurso valioso y limitado, pero está en nosotros convertirlo en algo positivo para nuestra vida y para la vida de los demás.